Recargar el coche sin cables
Simplificar las operaciones de recarga de los coches eléctricos es una de las misiones de las grandes compañías del sector. En este sentido, la recarga sin cables puede ayudar mucho.
Chevrolet Volt y Nissan Leaf son los coches idóneos en estos momentos para acoger la idea. Incluso deberán ser modificados un tanto. Por supuesto que ya son muchos los interesados para su compra.
Los componentes de la recarga inalámbrica serán instalados en un centro especializado, y los técnicos acudirán a la vivienda del propietario para instalar el emisor. De más está decir que los precios van a ser bastante altos (la instalación en el Volt serán unos 2.998 y en el Leaf unos 3.098 dólares).
El tema precio es uno de los más controvertidos, como casi todo lo que de alta tecnología comienza, pero sin dudas a medida que transcurra el tiempo los costos se irán abaratando y mayor cantidad de personas podrán adquirir esta tecnología. Sobre todo en este momento la idea está dirigida hacia la recarga pública, ya que no es mucho trabajo para un cliente enchufar en su hogar el coche. Así, en caso de que el chofer esté en un viaje largo, puede prescindir del cable. El único problema sería ir creando de forma paulatina una red de puntos de recarga inalámbrica, con el consiguiente sistema de información.
Lo que se necesita es un punto de recarga de nivel 2 de 240V, con una potencia de 3.3 kW y 16 amperios. Por otra parte, a nivel físico la base emisora debe contar con una anchura de 55 centímetros, 48 centímetros de profundidad, 6.35 cm de altura y 16 kilos de peso. Por suerte es un sistema que puede funcionar tanto en interiores como en exteriores, aunque se recomienda que las temperaturas ronden entre los 18 grados bajo cero y 50 grados positivos.
