Chevrolet Volt, el nuevo eléctrico
Una verdad es que el futuro del mundo automotor depende de la electricidad. Ante la aguda crisis que se vive con los hidrocarburos y ante su inminente ausencia en las próximas décadas, muchas firmas han puesto el punto rojo en su agenda en las nuevas tecnologías y más allá del futuro piensan ya en el presente de una movilidad sostenible.
La única diferencia que existe entre un vehículo eléctrico de autonomía extendida y uno convencional es su independencia del petróleo. Esta es una de las realidades actuales, como mismo los híbridos y los puramente eléctricos. En este caso, los coches de autonomía extendida no tienen que enchufarse ni son meramente eléctricos. La idea es que el motor de combustión interna convencional se usa para crear prestaciones en el vehículo, mientras que toda la propulsión del mismo viene generada por energía eléctrica.
General Motors generó desde 2010 su Chevrolet Volt, el primer vehículo fabricado en serie propulsado exclusivamente por energía eléctrica. Este se recarga mediante enchufe con la ayuda de un motor de combustión interna de gasolina, que ayuda a cargar las pilas para proseguir en un largo viaje.
A la hora de conducir eléctricamente este coche posee una clara ventaja, ya que el motor eléctrico genera 370 Nm, los que se encuentran casi disponibles desde el momento en que el Volt arranca. Su motor es un cuatro cilindros de 1.4 litros atmosférico y su batería tarda dos horas y media en cargar para generar unos 60 kilómetros de “pura” autonomía eléctrica. Ya cuando el motor de combustión empieza a generar electricidad la autonomía es de 500 kilómetros en el coche.
Aunque se conoce que los precios de la batería son caros, el hecho de ahorrar diariamente es un elemento a considerar. Por ejemplo, con este Volt que nos ofrece Chevrolet, si es cargado a diario durante 200 días, ello significaría unos 12.000 kilómetros de autonomía, lo que repercute en un gasto de unos 1.200 euros. De más está decir lo que en 200 días se gasta en gasolina o en diesel.
