Material para la práctica del buceo
Un buen material de buceo es imprescindible para una buena práctica o disfrute de la inmersión submarina. No es un equipamiento barato, pero tiene mucha calidad y permite practicar el buceo con las máximas garantías de seguridad y fiabilidad. En los últimos años del Siglo XX y en los primeros del Siglo XXI, el avance en cuanto a la calidad de los materiales empleados ha sido exponencial y revelador. Las mejoras en todos los apartados han sido sintomáticas y han permitido una ampliación del espectro de buceadores potenciales. Hoy en día, la inmersión deportiva o la profesional son unas prácticas deportivas muy extendidas y con millares de seguidores en países como España, que tiene casi 8000 kilómetros de costa para poder disfrutar del submarinismo.
Cambian bastante los elementos a utilizar en función del tipo de inmersión que se vaya a realizar. Es distinto bucear en apnea que ejecutar un buceo con respiración externa o artificial. Las aletas deportivas y la denominada como máscara de bajo volumen son los elementos que más divergen entre ambas modalidades acuáticas.
Variantes de máscaras profesionales para inmersiones
La máscara, en concreto, utilizada en el submarinismo con botella dispone de demasiado volumen para ser ecualizada de manera pertinente. La relación aire empleado, aire bien usado no es la adecuada y se realiza un gasto desigual. Los pulmones cuentan con una capacidad limitada en cuanto a capacidad y en cuanto a tiempo, por lo que no se puede realizar una labor adecuada. La máscara de bajo volumen tiene la característica diferenciadora de que necesita menos cantidad de aire para usarla y para ecualizarla.
Dentro del material que necesitaremos siempre se tiene que contar también con: tubo autónomo, pinzas de sujeción, sistema de lastre, bolsa de equipo, pizarra subacuática y cualquier otro accesorio que permita disfrutar de la actividad o simplemente pensar que puede hacer falta. Además, tampoco sería mala idea contar con una boya inflable o con un carrete para marcar la posición y delimitar el terreno que se ha recorrido, para evitar desorientarse.