Arte Religioso
El arte religioso tiene una gran importancia en diversas épocas históricas, así la aportación cristiana influyó decisivamente en el arte paleocristiano, en los estilos prerrománicos y también en la cultura y el arte bizantino. Las nuevas órdenes religiosas y sus fundadores potenciaron y difundieron el nacimiento de una nueva fe que impregnaba, desde el siglo V, a un número cada vez mayor de adeptos cristianos. Al mismo tiempo, por medio del arte religioso dichas órdenes promovieron el respeto hacia la tradición antigua grecorromana y el conocimiento de la Biblia.
El cristianismo se consolidó como religión anteriormente a la caída del Imperio Romano. En este contexto surgió el arte cristiano primitivo o paleocristiano, como exponente del arte religioso, cuando todavía lucía en todo su esplendor la cultura romana. A pesar de heredar las formas clásicas grecorromanas, este arte religioso creó nuevas formas artísticas de gran valor, al otorgar al arte un valor espiritual y didáctico y enlazar la cultura clásica con la cristiana. Se trata de un arte simbólico y expresivo basado en la doctrina cristiana, cuyas imágenes pretenden ser comprensibles para toda la cristiandad. Sirve de contrapunto al arte conceptual, por la diferencia de temáticas.