Un pequeño homenaje a Tata
Por derecho propio es el rey de los coches indios y uno de los que más controvertidos en el mundo. Corría el año 2003 y cada vez se extendía más la idea de proveer a la población india de un automóvil, que por demás estaba saturada de vehículos de dos ruedas.
Muchos subestimaron la idea, ya que la tradición india nunca fue de producir vehículos. Incluso Ratan Tata, presidente de Tata Motors tuvo que salir a la palestra pública y declarar que era un automóvil correctamente diseñado y que era un coche de verdad, no uno a base de cortinillas de plástico o sin techo.
Diseñado en Italia, se acudió a varias innovaciones tecnológicas. Con respecto a sus rivales, Tata Nano logró algo muy significativo: creció en espacio interior y redujo el exterior. Problemas de calidad, sobre todo acelerados por explosiones espontáneas de algunos de sus ejemplares, han agudizado las críticas sobre este coche.
Su presentación oficial ocurrió en el Salón del Automóvil de Nueva Delhi de 2008 y fue puesto a la venta a mediados de 2009. La población india lo acoge con agrado en sus diferentes versiones, ay que sus precios son inferiores a la mayoría de los coches importados. El precio de las versiones de equipamiento básico en este país anda entre los 1.500 euros y los 2.000.
Según sus productores, el Nano cumple con la norma de emisiones Euro IV y Bharat Stage-III, y tiene un consumo de combustible de aproximadamente 4,5 L/100 km (22,2 km/L) en ciudad y de 4,0 L/100 km (25 km/L) en carretera.
Su motor de dos cilindros en línea, con caja de cambios de cuatro velocidades y cuarta doble, logra una aceleración de 0 a 70km/h en 12 segundos y la velocidad de punta es de 110 km/h.
En cuanto al sistema de seguridad destacan los cinturones de seguridad delanteros, las luces antiniebla delanteras opcionales y los reposacabezas delanteros.
